miércoles, 12 de enero de 2011

El deseo, la letra y la interpretación de la cura. Autor: Osvaldo Silva

“...Sus medios son los del habla
en cuanto que confiere un sentido a las funciones del individuo;
su dominio es el del discurso concreto
en tanto que realidad transindividual del sujeto;
sus operaciones son las de la historia
en cuanto que constituye la emergencia de la verdad dentro de lo real”.
(Jaques Lacan, “Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis”)

Si para Lacan el psicoanalista dirige a la cura, esta dirección no sigue un curso preestablecido al modo de una estrategia que modifique las relaciones problemáticas del sujeto con la realidad, de forma que en ellas se apacigüe cierto malestar. Más bien, su función consiste en poner bajo sospecha esta supuesta realidad y de pasada al mismo sujeto.

Sabemos que para Freud el sujeto no se confunde con el individuo, conciente, ilustrado, y que toda realidad no es sino psíquica, y al parecer aquí se juega gran parte de la importancia de su descubrimiento, pero es Lacan, quien dando un paso más, incorpora al lenguaje como telón de fondo para la emergencia del sujeto y la verdad de su deseo.

Así, de lo que se trata en un análisis sería algo como lograr las condiciones necesarias para que se de una especie de experiencia lingüística donde el sujeto, que se revelaría entre las palabras en la libre asociación, pueda reconocer algo del orden de su deseo inconsciente. Orden descentrado que remitiría a un trayecto trazado según leyes que llevarían la marca de ese lenguaje.

Si como dice Joel Dor “uno de los argumentos decisivos de Lacan en la perspectiva del retorno a Freud consiste en volver a situar en el primer plano del campo psicoanalítico la dimensión de esa palabra” (1), palabra que insinúa al inconsciente dentro de estas “redes del discurso”, entonces la pregunta por la manera como se estructura este trayecto me parece de una importancia crucial para el trabajo clínico. De ahí el origen de lo que se escribe a continuación.

Lenguaje y clínica

“El lenguaje con su estructura preexiste a la entrada que hace en él cada sujeto…” (2)

Para el Psicoanalisis el sujeto se encuentra determinado por el lenguaje. Totalmente imbricado en esta trama/textura hecha de símbolos. La clínica opera entonces dentro de ella. “¿Cómo un psicoanalista de hoy no se sentiría llevado a eso, a tocar la palabra, cuando su experiencia recibe de ella su instrumento, su marco, su material y hasta el ruido de fondo de sus incertidumbres? (3)”

Recordemos que el método instaurado por Breuer y por Freud fué, poco después de su nacimiento, bautizado por una de las pacientes de Breuer, Anna O., con el nombre de "talking cure".

Freud y el lenguaje de los sueños:

Entstellung: transposición, en la que Freud muestra la precondición general de la función del sueño, es lo que hemos designado más arriba en Saussure como el deslizamiento del significado bajo el significante, siempre en acción (inconsciente, observémoslo) en el discurso.

Verdichtung y Verchiebung: Condensación y desplazamiento como dos mecanismos fundamentales del trabajo del sueño y como dos de las vertientes de la incidencia significante sobre el significado.

Analogía con la función de estas figuras en el discurso.

Sueño de la bella carnicera.

Deseo: Metáfora como efecto de sentido positivo.

Metonimia: deseo como metonimia de la carencia de ser.

“¿Cómo olvidar en efecto que Freud mantuvo constantemente y hasta su final la exigencia primera de esa calificación para la formación de los analistas, y que designó en la universitas literarum de siempre el lugar ideal para su institución?”

El sujeto

Lo que escuchamos en la clínica es una construcción lingüística. La dirección de la cura parece ir en pos de lograr un efecto de reestructuración de la realidad en términos de acción sobre significantes. Para ello importante introducir la función y localización del sujeto:

“ese juego significante de la metonimia y de la metáfora, incluyendo y comprendiendo su punta activa que clava mi deseo sobre una carencia de ser y anuda mi suerte a la cuestión de mi destino, ese juego se juega, hasta que termine la partida, en su inexorable finura, allí donde no soy porque no puedo situarme”.

Síntoma y metáfora

Deseo y realidad: fantasma. ¿Necesidad de este guión para la subjetividad?

Referencias a Nietszche: verdad, realidad

Estética: construcción de la realidad. Otros mundos posibles.

“Es que al tocar, por poco que sea la relación del hombre con el significante aquí conversión de los procedimientos de la exégesis, se cambia el curso de la historia modificando las amarras de su ser.” (4)

Notas:
(1) Joel Dor. Introducción a la lectura de Lacan.
(2) Lacan, Jacques. La instancia de la letra en el inconsciente.
(3) Ibidem
(4) Ibidem

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